Aunque lo de Grecia todavía no se ha acabado ni mucho menos. Tsipras tiene que sacar adelante el agresivo plan de reformas en el Parlamento griego y está por ver si no le cuesta el cargo. Además, el rescate tiene que ser validado por otros seis parlamentos nacionales de países de la zona euro, algunos tan críticos como Alemania, Finlandia o Estonia. Tenemos sanedrín todavía por delante.