a) Canal de Panamá

El 2 de enero de 2014, Grupos Unidos por el Canal (GUPC), Consorcio encargado del proyecto para el diseño y la construcción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, y participado, entre otros, por Sacyr, anunció que, debido a los incumplimientos graves e imputables a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), y conforme a los términos contractuales previstos, procedería a la suspensión de los trabajos si no se atendían sus reclamaciones. GUPC, en relación con los sobrecostes del proyecto derivados de circunstancias sobrevenidas e imprevisibles, presentó, ante las distintas autoridades competentes, incluida la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI), fundadas reclamaciones por un importe global de 1.625 millones de dólares estadounidenses, al no ser atendidos por la ACP según fueron surgiendo desde el comienzo de las obras.

Desde dicha fecha GUPC mantuvo intensas reuniones con la ACP para alcanzar un acuerdo satisfactorio que pusiera fin al desequilibrio contractual producido hasta dicho momento. GUPC propuso cofinanciar los costes imprevistos para continuar las obras, que a dicha fecha se encontraban con un grado de avance de casi el 70%, de tal forma que el proyecto pudiera finalizarse en 2015.
A comienzos del mes de febrero de 2014, y a la espera de llegar a un acuerdo, se suspendieron los trabajos en el proyecto. A pesar de dichas circunstancias, GUPC continuó buscando un acuerdo de cofinanciación, de conformidad con los contratos y las leyes vigentes, con el objetivo de una resolución inmediata y satisfactoria para ambas partes.

El 20 de febrero, GUPC reanudó las obras en el Tercer Juego de Esclusas, tras el avance de las negociaciones y principio de acuerdo con la ACP. El 27 de febrero, se anunció el cierre de las negociaciones con la ACP mediante un acuerdo conceptual final para resolver los problemas de financiación del proyecto, dentro de los términos del contrato y de las leyes aplicables al mismo.

Finalmente, el 14 de marzo se firmó el “Memorandum Of Understanding” (MOU) por el cual la ACP y GUPC se comprometieron a aportar 100 millones de dólares, cada uno, de tal forma que se pueda seguir avanzando con los trabajos. También se involucró a la aseguradora Zurich con el objetivo de que puedan disponerse de los fondos necesarios para finalizar las obras, en diciembre de 2015, mientras se espera el resultado de los arbitrajes, de forma que quede asignada la responsabilidad final de los costes adicionales que afectan al proyecto.


En dicho acuerdo se pactó también la entrega escalonada de las compuertas, que para entonces todavía
permanecían en construcción en Italia, así como la extensión de una moratoria de ciertos pagos
para facilitar las inversiones en las obras.

Desde que se formuló el acuerdo, las obras se han ido desarrollando conforme a lo previsto.Prueba de ello fue el traslado marítimo, desde el puerto italiano de Trieste, a mediados de octubre, de las últimas cuatro compuertas para la terminación del Canal. Llegaron a Panamá el 12 de noviembre, casi tres meses antes de lo estipulado en el acuerdo con la ACP, siendo instalada
la primera de ellas el 15 de diciembre, concretamente en la cámara alta del sector Atlántico.

Hacia mediados de 2015 está previsto que todas las demás compuertas se encuentren colocadas en sus respectivas cámaras para proceder a la inundación e inicio de las pruebas de funcionamiento de las nuevas esclusas. Para finalizar, señalar que, con fecha 1 de enero de 2015, el DAB (Dispute Adjudication Board), organismo técnico independiente establecido dentro del marco del Contrato entre Grupo Unidos por el Canal (GUPC) y la ACP (Autoridad del Canal de Panamá) falló, a favor de nuestro Grupo, en las dos reclamaciones más importantes presentadas hasta el momento por el consorcio relacionadas con la mala calidad del basalto (material base del hormigón utilizado en la obra) y el retraso atribuido a la ACP en la aprobación de la mezcla del hormigón utilizado el proyecto.

La resolución dictaminó que el consorcio había obtenido el merito del 100% en dichas reclamaciones y la ACP deberá abonar a GUPC un total de 234 millones de dólares y le otorga, además, una extensión del contrato de seis meses.Este fallo confirma las reclamaciones que, desde febrero de 2011 ha venido realizando GUPC, alertando de que las propiedades del basalto no tenían las calidades señaladas en las bases de la licitación aportadas por la ACP a todas las compañías que se presentaron al proyecto.
Además, queda confirmado que la mezcla de hormigón, presentada por GUPC en 2010 y rechazada
por la ACP, cumplía íntegramente con las especificaciones técnicas exigidas en el Contrato.
Y no solo eso, sino que adicionalmente las mejora al tener una durabilidad que excede de los 100 años requeridos.
Estas dos reclamaciones son muy importantes si se tiene en cuenta que dos tercios del coste total del proyecto (unos 2.310 millones de dólares del total) consisten en obra civil, es decir, costes asociados a la fabricación y colocación del hormigón en las nuevas esclusas.