El gigante del comercio electrónico con sede en Seattle está desarrollando una aplicación móvil mediante la cual pagaría a particulares, en lugar de a empresas de transporte como United Parcel Service (UPS), para la entrega de paquetes, según fuentes conocedoras de los planes de Amazon.

Dichas fuentes señalan que la compañía recurriría a la ayuda de minoristas en áreas urbanas para almacenar los paquetes, probablemente alquilando el espacio o abonando una comisión por paquete. Una portavoz de Amazon se abstuvo de hacer comentarios.

El servicio otorgaría a la empresa de comercio electrónico más control sobre la experiencia de compra y le ayudaría a mantener a raya los costes de envío, que crecieron un 31% el año pasado, un ritmo más alto que el de sus ingresos. También concedería a la empresa una ventaja en las negociaciones con las mayores empresas de mensajería.

Sin embargo, el modelo plantea varios interrogantes. Por ejemplo, cómo decidirá Amazon quiénes serán las personas que efectuarán las entregas o si las tiendas cooperarán con un rival directo.

Las grandes empresas de mensajería son bastante eficientes. A UPS le cuesta un promedio de 8 dólares entregar un paquete en EEUU y Amazon envía un promedio de 3,5 millones de paquetes al día, según SJ Consulting Group, por lo que necesitaría muchos mensajeros para tener un impacto significativo. Tampoco se sabe quién sería responsable si los paquetes se dañan o se pierden.

"La idea tiene una cierta lógica, pero parece que hay mucho que podría salir mal", señala Marc Wulfraat, presidente de la firma de consultoría de logística con sede en Montreal MWPVL International. "¿Qué evitaría que estas personas decidieran llevarse, simplemente, los paquetes en lugar de entregarlos a un tercero?"