A pesar de ser la mayor compañía del mundo, Apple no había conseguido entrar en el índice más histórico de Estados Unidos, el Dow Jones. Una circunstancia que cambió la semana pasada con la inclusión de la empresa que dirige Tim Cook en el selectivo.

Sin embargo, resulta llamativo que Apple, con más de 700.000 millones de capitalización, no sea la que más peso tiene en el Dow Jones, si no que se sitúa como la quinta firma. ¿Cómo es posible? Creado en 1896 por Charles Dow y Edward Jones, editores de The Wall Street Journal, el Dow Jones se calcula con el promedio de los precios de las empresas. Por ello, Apple no formaba parte del índice, ya que sus más de 600 dólares por título podían distorsionar los cálculos. Sin embargo, tras el ?split? (división de acciones) de la firma en 2014, pasó a ser una firme candidata, ya que ahora cotiza en los 128 dólares.

"En la mayoría de índices (Ibex 35, Dax, S&P 500, Nasdaq?), las compañías que forman parte de ellos tienen un peso proporcional al valor de la compañía en bolsa y a su 'free float', lo que tiene bastante lógica. No obstante, en el Dow Jones el peso de cada empresa depende del precio al que cotiza cada una de sus acciones, sin importar el tamaño total de la compañía. Es por ello que el Dow Jones tiene muchos detractores que dudan de su representatividad para medir la evolución del mercado de valores estadounidense".

De hecho, si se trasladase este método de cálculo a un índice como el Ibex 35, la compañía con más ponderación sería Red Eléctrica, ya que el valor de sus títulos es el más elevado con 75 euros por acción. Le seguirían Acciona con 71 euros y Grifols con 40 euros. ¿Y que pasaría con Banco Santander, la firma más capitalizada? Bajaría al puesto 26 con sus 6,8 euros por título. Del mismo modo, Telefónica caería de la tercera posición a la 16.

Esta situación abre el debate sobre si, a pesar de ser una parte importante de la historia financiera, el Dow Jones se está quedando anticuado en su metodología: "El índice no refleja la correcta valoración de las empresa y puede perder representatividad", explica Jaime Díaz, de XTB. No obstante, el experto añade que "se mantiene el método por tradición para, precisamente, evitar que gigantes como Apple puedan significar un desequilibrio en la valoración global".