Las negociaciones se enmarcan en la estrategia de General Electric de abandonar el negocio financiero para concentrarse en el sector industrial. Tras la decisión de reducir al mínimo su actividad financiera, la filial GE Capital ha vendido ya activos por valor de 156.000 millones de dólares dentro de un plan que contempla desinversiones por 180.000 millones.
El objetivo es que el negocio industrial represente el 90% del beneficio en 2018, frente a menos del 60% de 2014. El proceso de transformación del grupo que dirige Jeff Immelt dio un paso definitivo en junio, cuando Estados Unidos le eliminó de la lista de entidades sistémicas o consideradas demasiado grandes para caer. Bajo este paraguas, se agrupan todas aquellas firmas cuyo colapso supondría un riesgo para el sistema financiero americano.
Marcadores