Eso había oído.
En la ruleta había un sistema de esos en el que apostabas siempre al mismo color (rojo o negro) hasta un máximo de siete veces seguidas si te salía siempre el color contrario.
Los casinos se percataron del asunto y fue cuando le pusieron el color verde al cero, lo que equivalía a que el casino tuviese siempre una esperanza matemática del 51%
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