Cada máquina debe de valer 150.000 euros. Y las máquinas no van dirigidas a pequeñas ópticas, que no se podrán permitir pagar 1.000 euros (esto debe de valer el alquiler, hasta donde yo sé, y no 1.200 como se ha dicho anteriormente), sino fundamentalmente a grandes cadenas.
Que yo sepa, no ha habido nuevos contratos. Es decir, que los abogados siguen negociando, y esto no me gusta. Igual resulta que el día menos pensado dicen que ya hay 300 máquinas colocadas, pero de momento la realidad es que sólo hay dos. Feo.
Es cierto que he oído que el Gobierno de Navarra está dispuesto a invertir varios millones más si todo marcha bien. ¿Pero marchará bien? Y debe de haber un inversor ruso dispuesto a meter mucho dinero siempre que lo haga el Gobierno de Navarra; es decir, si el G. de Navarra mete más dinero.
Pero aunque colocasen ahora 300 máquinas, la clave está en que las ópticas estén satisfechas con el producto. Es decir, que les salga rentable; esto es, que haya suficiente gente interesada en calibrar su función visual. Veremos.
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