La próxima señal a mirar
Publicado en 6 marzo, 2017 by Jim Rickards
La deuda en Estados Unidos alcanzó un punto crítico. El equipo de Trump no está preparado para resolver el problema.
Los asesores de Trump creen que pueden evitar la próxima crisis de deuda con un crecimiento mayor al promedio. Esto es matemáticamente posible, pero extremadamente improbable.
El ratio deuda/PBI es el resultado de dos partes — un numerador que consiste en el monto nominal de la deuda y un denominador consistente en el PBI nominal. Cuando vemos cómo el gobierno aumenta frenéticamente el monto de la deuda, nos concentramos en el numerador. Pero, matemáticamente, es verdad que si el denominador crece más rápido que el numerador, el ratio de deuda declinará.
El equipo de Trump espera tener déficits nominales de casi 3% del PBI y un crecimiento nominal del PBI de casi 6% (un 4% de crecimiento real y 2% de inflación). Si eso pasa, el ratio deuda-PBI declinará y tal vez se evite una crisis.
Sin embargo, esto no es nada probable. Como muestra el gráfico de abajo, los déficits ya superan el 3% del PBI y la oficina de presupuesto del congreso (la CBO, por sus siglas en inglés) proyecta que subirán más.
El CBO proyecta que los déficits subirán a 5% del PBI en los próximos años, sustancialmente más que el 3% esperado por el equipo de Trump.
Con respecto al crecimiento, estamos en el octavo año de una expansión — bastante larga según estándares históricos. Esto no significa que mañana habrá una recesión pero si ocurre no debería ser una sorpresa.
Las proyecciones oficiales del CBO esperan un crecimiento de casi 2% con una inflación del 2% para los próximos diez años. Eso daría un crecimiento nominal del 4%, no suficiente para alcanzar las proyecciones del déficit. Así, la relación deuda/PBI se proyecta que subirá aún más, incluso con previsiones conservadoras.
Hay muchos problemas con las proyecciones de la CBO. Por ejemplo, no consideran que vaya a haber una recesión en los próximos diez años. Eso no es nada realista considerando que la actual expansión ya es una de las más largas de la historia. Una recesión demolerá las proyecciones de crecimiento y estallará los déficits.
La CBO tampoco considera tasas de interés mucho más altas. Con U$S 20 billones en deuda, la mayoría de corto plazo, una suba del 2% en las tasas rápidamente agregaría U$S 400 mil millones por año al déficit producto de un mayor gasto de intereses.
Finalmente, la CBO no considera la investigación de Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart sobre el impacto de la deuda en el crecimiento. Hemos discutido anteriormente el peligro que significa alcanzar una ratio de deuda de 60%. Pero todavía está el más peligroso 90% de deuda/PBI revelado en la investigación de Rogoff y Reinhart. A ese nivel, la misma deuda causa menos confianza en los prospectos de crecimiento — en parte por miedo de impuestos mayores o inflación — lo que resulta en un declive material en el crecimiento en relación a tendencias de largo plazo.
Estos vientos de frente aseguran que las proyecciones de Trump de crecimiento no sean realistas. Con mayores déficits de los esperados y menor crecimiento real la única forma de reducir el ratio de deuda para Trump es la inflación.
Si dejan subir a la inflación a 4% y la represión financiera de la Fed puede poner un techo en las tasas de interés cerca de 2,5%, entonces es posible alcanzar un crecimiento nominal del 6% con déficits del 5%, lo que sería suficiente para mantener bajo control al ratio de deuda e incluso reducirlo un poco.
¿Puede Trump hacer esto? ¿Sus asesores analizan al problema así?
Pronto lo sabremos. Trump tendrá la chance de elegir a cinco gobernadores para la junta de la Fed en los próximos 16 meses, incluyendo un nuevo presidente y dos vicepresidentes.
Si elige a candidatos más heterodoxos (las “palomas”), entones será una señal de que la inflación en forma de dinero helicóptero y represión financiera viene en camino. También será la señal para salir del dinero en efectivo y aumentar la inversión en oro más allá del nivel de 10%.
Si Trump elige candidatos conservadores (los “halcones”), esa será la señal de que su equipo no entiende el problema y confía en suposiciones de crecimiento demasiado optimistas. En ese caso, podríamos esperar una recesión, posible crisis de deuda y fuerte deflación. Es una señal de mantener nuestra asignación de oro de 10% pero también comprar títulos del Tesoro esperando tasas nominales más bajas.
Estamos mirando las nominaciones de Trump. Las primeras tres deberían anunciarse pronto. Habrá que ver los nombres y sus opiniones.
Atentamente,
Jim Rickards
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