0

Sin sentimentalismos para la batalla bursátil

Tienda de Zara en Sydney (Australia). Imagen de Inditex.

Ha sido uno de los grandes protagonistas globales de la semana económica y, como suele ser habitual en la última década, los adjetivos se agolpan a las puertas de su sede en Arteixo (A Coruña). El coloso mundial de la moda, Inditex, sigue agrandando su leyenda a base de unos números de infarto. Sus 7.292 tiendas y 162.450 empleados en 93 países facturan 23.311 millones de euros, lo que equivale a generar casi 64 millones al día, producen un beneficio de 3.157 millones y encima engordan hasta los 6.090 millones su posición de tesorería. Lo considero nuestro Apple español, una compañía en constante movimiento, dotada de una bestial capacidad de innovación, reacción y rapidez. Pero como toda historia también sus inicios. El imperio que creó Amancio Ortega allá por 1963 dio un paso trascendental y decisivo cuando en 1981 se atrevió a probar su incipiente modelo más allá de Galicia. Era la primera vez que salía fuera de su tierra, y eligió la capital de la comarca de El Bierzo, Ponferrada, para abrir su primer Zara fuera de Galicia. Fue un éxito y y el principio de muchos éxitos. El resto, como todos sabemos, es uno de los capítulos dorados de la historia empresarial mundial. Pero aquel primer Zara, aquella tienda histórica que marcó un hito y que en otro grupo se hubiera convertido en museo, se cerró hace poco más de tres años en una clara demostración de que los tiempos cambian, los núcleos urbanos se mueven y los sentimentalismos quedan aparcados si se trata de dirigir al mayor grupo textil del mundo. 

Los inversores también debieran dejar aparcados los sentimentalismos cuando entran en la batalla bursátil de todos los días, y ahora todavía más. Dado que las bolsas, en especial las europeas, están contagiadas de nuevos bríos alcistas, ya sea por el fracaso del populismo en las elecciones holandesas, ya sea por la constante subida de Wall Street, ya sea por el runrún de subidas de tipos de interés el próximo año en la zona euro, uno debiera hacer un alto en el camino y tener presente aquel refrán de que la avaricia rompe el saco.

El cuadro alcista tiene pinceladas por todos los sitios. Wall Street ha subido casi un 15%  desde que Trump ganó las elecciones de Estados Unidos aquel lejano 8 de noviembre. ¡Quién lo iba a decir! El patito feo de los mercados europeos, nuestro Ibex-35, ha sacado músculo con los bancos y se ha plantado en los 10.200 puntos, sus niveles más altos desde finales de 2015. Sus homólogos europeos (el Dax alemán, el Cac-40 francés o el potente Euro Stoxx 50) también le siguen a la zaga.  Pero este cuadro alcista sigue teniendo nubarrones en forma de riesgos, y tarde o temprano los mercados se acordarán de ellos. Los planes de Trump son sólo promesas en el plano económico, la amenaza del populismo regresa con las temidas elecciones francesas del próximo 23 de abril en primera ronda, el Banco Central Europeo (BCE) empieza a dar pistas de que se acerca el final de la fiesta de tipos bajos, barra de liquidez y compra de bonos. Sin olvidarnos del Reino Unido y ese constante quebradero de cabeza que le va a suponer el Brexit, su votada salida de la Unión Europea.

Tengamos presente todos estos condicionantes y lo mucho que se ha subido, con o sin razón, para afrontar las semanas posteriores al cuádruple vencimiento de opciones y futuros de este pasado viernes. Los inversores suelen quedar extasiados de tanto maquillaje alcista y sobre esfuerzo y pueden pagarlo caro en las próximas semanas, sin olvidar esa lección que nos brinda la historia de Inditex y aquel valiente desembarco en Ponferrada, imagen de cuyo Castillo de los Templarios reproduzco aquí. Buen fin de semana.

Imagen de Turismo de Ponferrada.

Juan Javier Andrés

Periodista de profesión y de corazón, con recorrido profesional en Expansión y La Gaceta de los Negocios, nunca pierdo de vista la posibilidad de contar las mejores historias de la mejor forma.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *