en enero yo me realizaba esa pregunta de arriba
“De los anuncios realizados por el presidente del Gobierno en el Debate sobre el estado de la Nación, ha ocupado un lugar muy destacado el adelanto de que el déficit público final en 2012 quedará por debajo del 7% (sin incluir el déficit originado por las ayudas públicas a la banca). El efecto inmediato de ese anuncio se ha dejado notar en la prima de riesgo, y asegura un notable éxito en la subasta del Tesoro de notas con vencimiento a medio y largo plazo que se celebrará hoy.
Pero la confirmación de un déficit en niveles de 6,8-6,9% tiene implicaciones mucho más trascendentes. Esa cifra queda claramente mejor de lo que esperaba el mercado hace semanas; y tiene un efecto cualitativo similar al cumplimiento de la cifra inicial acordada con Bruselas (6,3%).
No existen muchos precedentes de un ajuste fiscal similar en sólo un año (del 9,4% a una cifra inferior al 7%). Distintos estudios apuntan a que, en ausencia de medidas de ajuste, la inercia del desequilibrio entre ingresos y gastos de años anteriores, hubiera proyectado el déficit por encima del 11%.
El proceso de consolidación ha arrojado unas cifras de crecimiento negativo en la economía española del -1,37% el pasado año, lo que confirma que los multiplicadores fiscales en España no se acercan a las cifras de 1,7 que estimó el FMI hace meses. En caso de que dichos multiplicadores hubieran sido cercanos a la unidad, la economía española, en ausencia de ajustes, hubiera sido la economía que más hubiera crecido de Europa en 2012. Pero comparando las magnitudes del proceso de consolidación, caída del PIB y destrucción de empleo con las de años anteriores, se llega a la conclusión de que la reducción del déficit ha sido menos dañina para la economía española de lo que cabría esperar, considerando el contexto económico actual (con el resto de economías de la Zona Euro en recesión). Y todo ello, dedicando casi el 3% del PIB al pago de intereses de la deuda.
sin duda se trata de una muy buena noticia. Una cifra inferior al 7% permite acelerar la recuperación de la confianza y credibilidad perdida, y supone cierto anclaje para la cotización de nuestra deuda.
Pese a ello, España sigue siendo el país que presenta mayor elasticidad a las dificultades y riesgos de la Zona Euro, y mayor capacidad de contagio de los problemas ajenos. Sin ir más lejos, las elecciones italianas de este fin de semana van a tener una influencia muy grande sobre los activos españoles cotizados en los mercados”.
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